Durante el desarrollo del Desfile del Carnaval de Guaymas de 1991 ni la lluvia ni los charcos de agua que se hacen por la Avenida Serdán no impidió que se desarrollara el desfile carnavalero.
Una hora antes que iniciara el desfile de Carnaval comenzó a llover en Guaymas. Era domingo de Carnaval y la lluvia parecía no parar. Fue entonces que se decidía si se cancelaba el desfile. Pero los espectadores del desfile aún con la lluvia comenzaban a llegar al igual que los participantes de las comparsas comenzaban a llegar a la avenida 9.
Se dijo entonces que si la Reina del Carnaval participaba, los comparseros también lo harían. Fue entonces que se dispuso de paraguas para las reina del Carnaval y las embajadoras y el desfile comenzó a la hora programada.
Entre charcos y lodo, cayéndose en ellos y bailando los comparseros desfilaban en el paseo del carnaval.
“Era tanta la alegría que se desbordaba, que hasta los mismos comparseros con sus trajes se tiraban a propósito en los charcos de lluvia…algo para recordar por siempre”, nos relata Paco Cañedo, cronista del carnaval…”ni la lluvia pudo detener al Carnaval”.
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